Abstract
Este escrito aborda diversas influencias que interfieren en la alimentación infantil, se vierten ideas sobre cómo desde el inicio de la vida de los mexicanos existen condiciones que favorecen al consumo exacerbado de alimentos de alta densidad energética y poco nutritivos y cómo a largo y mediano plazo abonan al desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles. Se reconoce la relevancia de la lactancia materna en el óptimo desarrollo y crecimiento, sin olvidar mencionar los retos que enfrentan muchas madres al querer practicarla. Se entrelazan visiones del orden biológico, social y cultural y cómo coadyuvan, para presentar posibles explicaciones al panorama nacional epidemiológico y nutricional.